lunes, noviembre 13, 2006

A propósito de Diecinueve, “Poetas a la deriva” y Tomás Harris

La insidia no deja de dar la tónica al panorama de la poesía chilena. Y Tomás Harris no quiere quedar fuera de escena. Desde su poltrona en la Biblioteca Nacional desempolva su altavoz de tanto en tanto para salir a la calle (supongamos que el teléfono o el e-mail pueden ser una alegoría de la calle), para protestar, sobre seguro y sin ensuciarse los zapatos, en contra de los poetas de los noventa y los novísimos, de quienes poco o nada ha leído.
Harris es un juez mezquino y lleno de prejuicios. Y su horripilante mezquindad lo ha puesto furioso con la publicación de Cantares y, ahora, con la aparición de Diecinueve, dos antologías, ya se ve, controvertidas. Desacredita a la académica Francisca Lange (a quien por alguna razón extraña llama Patricia), acusándola de tener un escaso curriculum en estas lides, lo cual deja en claro su desconocimiento también en materia de crítica literaria académica.
Tomás Harris quisiera dirigir él mismo todas las antologías poéticas que se hacen en este país. Y no se crea que los poetas sin influencias desconocemos su escaso sentido del decoro y de la justicia. Nadie olvida la canallada cometida en contra de Omar Lara, entre otros. ¿También sindicará a Lara como poeta burgués? Y hablando de poetas como Harris, ¿hay algo menos burgués que contar con un cómodo sillón en un escritorio que protege su “secreto profesional” y un ingreso garantizado por las instituciones, esas que funcionan solas, como reza el eslogan que todos conocemos?
Ah, pero qué bien sabemos los que no vivimos de las instituciones que la vida acá afuera es un descampado hostil, en el que las publicaciones se consiguen realizar a fuerza de mucha voluntad y convicción, ¿para que lleguen a las manos de Harris? Claro que no; para que lleguen a quienes puedan hacerse de ellas, hasta donde alcance el impulso, ojalá lejos, como han llegado los poemarios de Javier Bello y de Andrés Anwandter, por ejemplo.
Las discusiones en torno a las antologías pueden ser muy saludables. Discutir, en este caso, acerca de Diecinueve equivaldría a conocer muy bien la obra de los poetas de los noventa y analizar el criterio con que Francisca Lange realizó su selección; una selección que, no olvidemos, recopila poemas de autores que en promedio tienen algo más de treinta años y, por ello, están escribiendo ahora mismo, sacándole punta a futuras publicaciones, ensayando nuevos registros o repitiéndose, aún no lo sabemos. Por otro lado, sería bueno poner entre paréntesis la crítica sociológica que recurre a etiquetas para calificar un grupo de poéticas distintas, a veces absolutamente opuestas, como introvertidas, replegadas o burguesas. No obstante, la crítica sociológica podría volverse seria si recogiera las palabras de pensadores como Edward Said acerca de las diversas formas en que los procesos políticos afectan a la literatura. El panfleto es una de esas formas, no la única.
¿Y qué hay de las exigencias rupturistas? ¿Es lícito romper con todo en un poema mientras se profita de fondos estatales para financiar la alharaca estética? Mejor que eso es rehuir el cinismo, trabajar como la mayoría de las personas de este país, padecer la cesantía, cuando se da el caso, acometer actos de justicia, sobre todo fuera del papel, celebrar la buena poesía de los compañeros y compañeras de oficio, escribir, con honestidad y sin aspavientos. Es lo que hago. Y, sí, como ocurre con tantos otros poetas de los noventa, han recogido algo de mi poesía en publicaciones españolas, argentinas y colombianas, me están traduciendo en USA y Marilyn Chin y José Kozer me han regalado cumplidos. ¿Por qué? Porque los que de verdad valoramos la poesía solemos ser generosos y no tememos que un poema nos cubra con su sombra. Al contrario, la disfrutamos.
Harris no es una voz autorizada para hablar de los poetas de los noventa. No nos lee, a su cubículo no llegan nuestros libros, muchos de ellos autoeditados, no mantiene vínculos con nosotros, no sabe en qué va la copiosa escritura de Adán Méndez, de Kurt Folch, de Alejandra del Río, de Alejandro Zambra, etcétera. Harris no es Zurita, no es Hernán Miranda, no es Pepe Cuevas. Es Harris, la Nelly Olson de la pequeña casita en la pradera de la poesía chilena.

7 Comments:

At 12:28 p. m., Blogger baudelaire3 said...

Vero: leí esa "reseña" qye Harris escribiera de 19 y lo que más me sorprendió fue que el autor fuera Harris. Lo tengo por un tipo lúcido y, hasta ahora, comedido. Pero vaya a saber uno qué quiso decir cuando calificó de burgueses a los antologados: ¿su poesía es burguesa? ¿viven como burgueses? No me queda claro. ¿Es un pecado ser burgués? ¿No lo es el mismo Harris? Y G. Carrasco y Gustavo Barrera, que él menciona: ¿son ejemplos de una vida no burguesa?

Como verás, el texto de Tomás ofrece más dudas que certezas. Y la prepotencia para tratar a Lange me parece lisa y llanamente deplorable.

Abrazos,

Cristián

 
At 2:43 a. m., Anonymous Anónimo said...

ya pos... se reciben aportes de mercaderia y otros. weno tampoco te llamo, la invitacion esta hecha hace rato, ahi ve tu cuando :P

 
At 4:24 p. m., Anonymous Anónimo said...

Vero: siempre me has caido bien, pero ahora me caes mejor

 
At 7:10 a. m., Blogger Pedro Montealegre said...

Vero, de repente se producen estos lapsus de rabia, estos comentarios u opiniones (digo las de Harris) que son inexplicables. Inexplicables porque se espera mucho más de alguien inteligente para justificar su crítica: es decir, podría haber hecho crítica verdaderamente y no esto, que lo descalifica, y hace que su comentario sea sólo una anécdota que engorda más los dimes y diretes que construyen el escenario fantasmagórico de la POesía Nacional. Has sido valiente, y desde Valencia te envío un beso.

pd: es verdad, en todo caso, que faltó Cristián Gómez, que comenta más arriba. Y Damsi. Y Rafa, en fin, misterios que dan para el cotilleo.

 
At 11:15 a. m., Blogger virgencita said...

Amigos: me parecen impresentables los intentos por desacreditar a la gente solo porque no la conoces o no hace las cosas como tú quieres que las haga. Da lo mismo si se trata del gremio de los pasteleros o los escritores. Aparte, me cargan los jueces y los hermanos mayores. Me cargan también los "revolucionarios" de café. Y me carga la gente poco rigurosa, que con solo darle una mirada a un libro es capaz de emitir una opinión, !sin leer ni siquiera el prólogo!
Este mal espíritu, que espero no me visite en mucho tiempo, es el que me animó a escribir una "respuesta" a Harris.
Por supuesto que las antologías son discutibles. El mismo concepto de generación es discutible. Y claro que uno valora la poesía de Cristián, la de Damsi, la de Gustavo Barrera...Uno habría hecho otra antología, no la de Francisca, habría dejado a alguna gente fuera también, pero uno operarìa con otro criterio y el de ella hay que conocerlo y después discutirlo, creo.
Por otro lado, sigo pensando en la poesía como una comunidad. Es tan bueno poder reencontrarse con las personas de tanto en tanto y sentirlos siempre cerca, a pesar de los viajes, de vivir lejos o haber tomado nuevos rumbos. Me gusta mucho más esta parte del mundillo, esto que no tiene que ver con libros o tiene que ver, pero de manera tangencial.

 
At 12:16 p. m., Blogger Diego Zúñiga said...

Llegué por el blog de Cristián acá. Por él en realidad supe de tu existencia. Recuerdo que nos decía a un grupo de amigos que te leyeramos, que tu poesia era muy buena. Y el otro día me regalaron la revista Grifo y encontré un poema tuyo y ahora esto, y nada, harta razón tiene Cristián.
Con respecto a lo de Harris, bueno, es extraño toda su rabieta. En general me parecen como tontas todas als rabietas que alguien pueda tener por una antología, si al final todos sabemos que siempre faltará alguno y sobrarán otros. Lo mismo pasó con Cantares, que en realidad nadie me saca de la cabeza que la criticaron porque la hizo Zurita, más que por su contenido. Pero en fin, te sigo leyendo.
Saludos.

 
At 7:26 p. m., Blogger Alejandra del Río said...

Verito: qué agrado leerte y ver que sigues tan activa como siempre, escribiendo y siendo un aporte. Bueno, la verdad es que yo no tengo idea de qué pasa por allá y lo lamento mucho y como siempre no tengo idea de ese comentario de la antología 19, donde también creo que me publicaron unos poemas. En todo caso yo siempre me acuerdo de tí y tengo algunos de tus poemas conmigo...publicaste las cartas a Dios? cómo está tu hija? qué ganas de saber más de tí...besitos...ale

 

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